Realizamos análisis físico-químicos y microbiológicos en los distintos procesos de tratamiento de nuestras dos fuentes de abastecimiento: el Río Dulce y la Quebrada Cune.
Gracias a este riguroso control, aplicamos el tratamiento adecuado para que el agua esté en óptimas condiciones para su distribución por red, garantizando su potabilidad.